Adiós al Pinotxo de la Boqueria
El bar Pinotxo, con Juanito en la barra / Foto: Ayuntamiento de Barcelona |
La Boqueria pierde su esencia: desaparece el emblemático bar Pinotxo
El establecimiento del mercado barcelonés se ha traspasado
El mercado de la Boqueria ha perdido una parte importante de su esencia. El bar Pinotxo, regentado durante más de siete décadas por el carismático Joan Bayén Juanito, se ha traspasado. Lo avanzaba este lunes betevé. Con el cambio de titularidad, desaparece el que ha sido el santo y seña del emblemático mercado. Da igual que en un futuro siga usando el mismo nombre -es una marca internacional y aparece en todas las guías-, pero el Pinotxo sin Juanito y su sobrino ya no será el Pinotxo.
Joan Bayén era todo amabilidad. No se cansaba a diario de hacerse fotos con clientes y turistas. A sus 89 años, Juanito ya está jubilado. Desde entonces, al frente del negocio estaba su sobrino, Jordi Asín. Parece que una disputa familiar habría precipitado que se haya traspasado el establecimiento. Se lo han quedado los propietarios del bar Central, que se encuentra también en la Boqueria.
Medalla de Oro para Juanito
El Pinotxo recibió en 2016 el premio de gastronomía Ciutat de Barcelona. Y ahora, tras la clausura del establecimiento, la Asociación de Comerciantes del mercado ha solicitado la concesión de la Medalla de Oro de la ciudad para Juanito, "el somriure de la Boqueria". Y la piden "por su alma, esfuerzo y toda una vida detrás del mostrador proyectando la imagen de Barcelona al mundo".
El líder de PSC y candidato a la alcaldía Jaume Collboni ha hecho suya la petición y la elevará al pleno municipal. "Durante toda una vida, la Boqueria y Joan Bayén han formado un tándem imbatible. Su bar ha sido un referente para los barceloneses y visitantes por su buen servicio, gastronomía y, sobre todo, por su sonrisa".
Juanito, del Pinotxo, en la Boqueria / Foto: Mercado de la Boqueria |
El gerente de la Boqueria, Óscar Ubide, ha explicado al digital gastronómico Hule y Mantel que los nuevos dueños tienen intención de seguir apostando por la cocina de mercado sin tocar los precios. De momento, no se conoce cuándo reabrirá, ni si se reformará, aunque el Pinotxo, como tal, se ha ido con Juanito y el resto de su familia.
Además de Juanito, en el Pinotxo estuvo su hermana, Maria, al frente de la cocina, hasta su jubilación. Con posterioridad, se hicieron cargo Albert (ya fallecido) y Jordi, sobrinos de Juanito. Él se encargaba de la barra y de los cafés. Y de regalar a todos los clientes y visitantes una sonrisa.
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