Xavier Trias, un señor de Barcelona
Xavier Trias, en un acto este 2023 / Foto: Twitter-Xavier Trias |
Xavier Trias, un 'señor de Barcelona' que quiere echar a Colau de la alcaldía
Se hizo esperar, pero no hubo sorpresa. El pasado 12 de diciembre, Xavier Trias confirmó que se presentaba a las elecciones municipales de Barcelona. De estar ya jubilado, el exalcalde volvió al primer plano político. Lo ha hecho presionado por su propio partido y entorno y porque la marcha de Elsa Artadi había dejado a JxCat sin un candidato claro de cara a los comicios. Dicho de manera plana, Trias, un señor de Barcelona, era la mejor opción de JxCat para intentar recuperar la alcaldía de la ciudad. Ninguno de los otros nombres le hacia sombra.
Las encuestas van consolidando que Trias es un serio candidato a gobernar Barcelona. La vara de mando parece ser (por ahora) cosa de tres: el propio Trias, Jaume Collboni (PSC) y Ada Colau (Barcelona en Comú). Los últimos sondeos indican que Ernest Maragall (ERC) se está quedando atrás. Tras un mandato respaldando las políticas de Colau y Collboni, Maragall parece estar pagando los platos rotos y Trias podría aglutinar buena parte del voto antiColau.
Nacido en Barcelona
Nacido en Barcelona en 1946, Trias es médico. Se licenció en Medicina y Cirugía por la Universitat de Barcelona en 1970, especializándose en Pediatría, y completó su formación con posgrados en Génova y Berna. Entre 1974 y 1981, ejerció de pediatra en el Hospital Vall d'Hebrón. Y en 1984 fue nombrado fue director general del Institut Català de la Salut, que ocupó hasta que fue designado conseller en sustitución de Josep Laporte.
A pesar de su vocación por la pediatría, Trias ha dedicado buena parte de su vida profesional a la política. Entre otros cargos, Trias ha sido conseller de Sanitat (1988-1996), Presidència (1996-2000), portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados (2000-2004) y alcalde de Barcelona (2011-2015).
Logo de Xavier Trias |
Alcalde tras ocho años en la oposición
En pleno dominio socialista en Barcelona, Trias dio el salto a la política municipal. El 17 de mayo de 2002 fue elegido el candidato de CiU al Ayuntamiento de Barcelona. Desde un primer momento, el político dijo que había que tener paciencia y que no lograría sus frutos hasta el tercer mandato. Así fue.
Perdió las elecciones de 2003 con Joan Clos y las de 2007 con Jordi Hereu. Pero en 2011, en plena caída libre de Hereu y el PSC tras la nefasta consulta de la Diagonal, se impuso en las municipales. Sacó 14 concejales y gobernó con mucha comodidad -y apoyos puntuales del PP- todo el mandato. ¿Saben cuál fue su primera decisión como alcalde? Destituir a Xavier Vilaró, próximo al PSC, como jefe de la Guardia Urbama.
Privatización de aparcamientos
A lo largo de sus cuatro años en el gobierno de la ciudad, Trias endureció la Ordenanza de civismo junto al PP de Alberto Fernández Díaz, reformó la Diagonal (desde paseo de Gràcia hasta Francesc Macià) sin hacer consulta alguna y privatizó una parte de los aparcamientos públicos de Barcelona creando la sociedad mixta Bamsa. La proposición fue aprobada en el pleno del 28 de febrero de 2014 con los votos a favor de CiU, PP y ERC. La operación supuso el ingreso de unos 115 millones para las arcas municipales que debían destinarse a la construcción vivienda pública.
El pasado verano, el que fuera uno de los concejales de Trias, Raimond Blasi, recordaba en Metrópoli otros de los proyectos de Trias: la reforma del paseo de Gràcia y de una parte del paseo de Sant Joan, la puesta en marcha de la red ortogonal de bus, la financiación de la reforma del mercado de Sant Antoni, la inauguración del mercado del Ninot, la remodelación del casco antiguo de Sant Andreu del Palomar o el proyecto smart cities.
Paralizó el derribo de Can Vies
De buen seguro, los contrincantes electorales de Trias le recordarán algunos de los puntos negros de su mandato. Le criticarán que en 2014 paralizó el derribo de Can Vies -y posteriormente autorizó su reconstrucción- tras noches de altercados en la ciudad, y que en 2015 pagó el alquiler de los okupas del Bank Expropiat de Gràcia para evitar disturbios. Y le relacionarán con Antoni Vives, que fue su teniente de alcaldía de Urbanismo y que a principios de 2021 aceptó dos años de cárcel y dos de inhabilitación por corrupción.
Colau y Trias, en el centro, en 2015 / Foto: Ayuntamiento de Barcelona |
En un caso destapado por El Periódico, Vives fue condenado por un contrato simulado -en la agencia Barcelona Regional- al exalcalde de CiU de Cervelló, Jesús Arévalo. Éste se embolsó más de 155.000 euros sin que ejerciera ningun trabajo en la citada empresa pública.
Vives también está siendo investigado por el caso 3%. El periodista Antonio Fernández explicó el pasado noviembre en Metrópoli que la Fiscalía acusa a Vives, entre otros, de estar implicado en una trama de varias administraciones que podían adjudicar obras y servicios públicos. El ministerio público habla, entre otras, de la empresa Bimsa, que hace las obras municipales de Barcelona, y del Consorci d'Educació de Barcelona.
El 'caso 3% por las obras de Glòries
Según la misma información periodística, que cita a la Fiscalía, se detectaron presunttas donaciones de empresas beneficiadas por las obras a fundaciones convergentes. Una de las obras más importantes -aunque no la única- de las que se pudo desviar dinero fue la de Glòries. Los trabajos se adjudicaron a una UTE "que en absoluto tenía capacidad técnica" por valor de unos 73 millones de euros.
Sin gobierno alternativo en 2015
A título personal, y con la perspectiva que da el tiempo, le reprocho a Trias que la noche electoral de mayo de 2015 tirara la toalla tan pronto y no intentara un gobierno alternativo para evitar que Colau fuera alcaldesa. Los comunes ganaron por 11 a 10 concejales y formaron gobierno en solitario antes de cerrar un pacto con el PSC. De haberse estudiado un gobierno alternativo, quizá hoy Barcelona no estaría como está.
El 28 de mayo, Trias tiene la oportunidad de sacarse la espina de 2015. A sus 76 años, este señor de Barcelona busca su segundo mandato al frente del Ayuntamiento para poner fin a ocho años de decandencia de la ciudad.
Muy buena cronología, luces y alguna sombra como la mayoría, incluso esa mayoría son Co más sombras que aciertos, más luces que lo contrario y un colofón bien cierto que no lo intentara en 2015. Con esa perspectiva y con un almuerzo con él estas pasadas semanas, quizás sea la lista más seria de las listas que se presentan, o dicho de otra forma ese Señor serio de Barcelona.
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