Collboni endurecerá la Ordenanza de civismo

Collboni quiere endurecer la Ordenanza de civismo

El nuevo alcalde promete revisar la norma, pero para ello será necesario que llegue a un acuerdo con otras fuerzas políticas

Jaume Collboni tiene la intención de endurecer la Ordenanza de civismo. El nuevo alcalde lo ha dicho este viernes por la mañana tras un encuentro con el jefe de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez, en Ciutat Vella, ha recogido betevé.

Según Collboni, la intención es revisar la norma y aumentar el régimen sancionador para adaptarlo a los nuevos comportamientos. En cualquier caso, el líder del PSC necesitará llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas para conseguirlo, ya que la aprobación requiere de la mayoría del pleno. No debería tener problema porque Trias per Barcelona y PP muy probablemente le apoyarán.

"Las normas están para cumplirlas. La lucha contra el incivismo será una de las prioridades del mandato", ha subrayado Collboni. 

Más agentes uniformados en la calle

El alcalde también tiene la intención de incrementar el número de agentes uniformados en la calle, tanto de Guardia Urbana como de Mossos d'Esquadra, un cuerpo que depende de la Generalitat.

Agentes de la Guardia Urbana, en Barcelona / Foto: Twitter-Guardia Urbana

El nuevo gobierno municipal trabaja también en un Plan estratégico de seguridad para Ciutat Vella que se está acabando de elaborar.

Críticas de Jordi Martí Galbis, de Trias per Barcelona

El número tres de la candidatura de Trias per Barcelona, Jordi Martí Galbis, ha recordado en un tuit que la "degradación" y la delincuencia han aumentado en Barcelona estos cuatro años con Collboni y Albert Batlle de primer y quinto teniente de alcaldía, respectivamente.  

Según Martí, "han sido incapaces de garantizar la seguridad, el civismo y el descanso de los vecinos durante meses", añade en la red social. Y pone como ejemplo lo mucho que tienen que aguantar los residentes del Triángulo Golfo del Poblenou, con fiestas grupales, bocinas y gritos de forma muy habitual.

La Ordenanza de civismo data de finales de 2005. Fue aprobada con Joan Clos de alcalde y en un primer momento recibió el aval de PSC, CiU y ERC. A lo largo de sus más de 17 años, ha estado llena de polémicas, como el cobro de sanciones a personas sintecho por dormir en la calle.

Prohibición de la prostitución

Ya nació gafada, con un enfrentamiento entre PSC y su entonces socio, ICV, que votó en contra. Con Xavier Trias de alcalde, y el apoyo del PP, se endureció para prohibir la prostitución callejera. El gobierno de Ada Colau intentó revisarla a la baja, pero fue un proyecto fallido. Jamás logró los acuerdos necesarios.

Uno de los grandes problemas que presenta la Ordenanza es que muchas de las multas que se ponen no se cobran. Un ejemplo: a principios de 2019, el Ayuntamiento acumulaba 74,6 millones en cuatro años de denuncias por incivismo que no se habían pagado, denunció el PP.