Un mes de Collboni como alcalde de Barcelona
Collboni cumple un mes como alcalde, del pacto Frankenstein a más inspecciones de limpieza
El líder del PSC fue elegido con los votos del PP y Barcelona en Comú en la investidura y en 30 días ha puesto en marcha la estructura ejecutiva de su gobierno y ha incumplido su palabra de paralizar el proyecto de Colau para la ronda de Sant Antoni
El alcalde también ha anunciado que flexibiliza los horarios de los radares escolares, ha declarado Barcelona zona de mercado tensionado de vivienda y ha propuesto endurecer la Ordenanza de civismo y acelerar las obras de la Rambla
17 de julio de 2023. Hoy hace justo un mes que Jaume Collboni es alcalde de Barcelona. El 17 de junio, un pacto Frankenstein entre socialistas, comunes y populares dio la vara de mando al alcaldable del PSC. Todo apuntaba que Xavier Trias, ganador de las elecciones, gobernaría con ERC, pero el acuerdo fue insuficiente. Collboni se hizo con la alcaldía tras decir en campaña que si no ganaba las elecciones se iría a la oposición.
Desde entonces, Collboni gobierna en solitario, con solo 10 concejales, a la espera de que el partido de Ada Colau -probablemente sin ella- entre en el gobierno de la ciudad después de las elecciones generales. Pese a las diferencias que hubo entre los dos partidos el pasado mandato, en temas de ciudad y a nivel personal, la coalición se repetirá con total seguridad. Si alguien tiene todavía dudas, la decisión de Collboni de seguir adelante con el proyecto de Colau y Janet Sanz para la ronda de Sant Antoni, incumpliendo su palabra a los vecinos, las despeja, ya que supone ceder ante uno de los proyectos estrella de los comunes y que más tensiones generó en el gobierno el mandato pasado.
Cuatro tenientes de alcaldía y ocho comisionados
El ejecutivo local ha echado a andar con cuatro tenencias de alcaldía, que tienen al frente a Laia Bonet (Ecología, Urbanismo, Infraestructuras, Movilidad, Espacio Público y Vivienda), Maria Eugènia Gay (Ciclos de Vida, Derechos Sociales, Cultura, Deportes, Educación y Coordinación Territorial), Albert Batlle (Seguridad, Prevención y Régimen Interior) y Jordi Valls (Economía, Hacienda y Promoción Económica). Collboni ha nombrado también a los regidores de los distritos y de las distintas áreas. Todos repiten en alguna área o distrito, como David Escudé que encabeza Les Corts y Sant Martí y Deportes.
Laia Bonet, en Casa Seat |
Ante la falta de ediles, el nuevo alcalde se ha blindado con ocho comisionados -cargos técnicos que sin ser electos hacen una función similar a la de un concejal- y si bien ha despedido a unos pocos gerentes y altos cargos de Colau, mantiene buena parte de los nombres de la anterior estructura gerencial. El culebrón se ha vivido con Javier Burón, exgerente de Vivienda de Colau, al que Collboni quiso fichar. Le ofreció dos cargos distintos. Él aceptó ser asesor y después acabó renunciando a pesar de que fue nombrado oficialmente en dos ocasiones a través de un decreto de alcaldía.
A lo largo de este mes, Collboni ha hecho varios anuncios para marcar perfil propio -ahora habrá que ver en qué se materializan o si se quedan en eso, en un anuncio- para poner orden a la ciudad, poner fin a problemas enquistados o acelerar algunos proyectos. Éste es el caso, por ejemplo, de la reforma integral de la Rambla, que el PSC quiere hacer en solo tres años. Ahora se está ejecutando la primera fase, en Drassanes, pero la propuesta ha estado años en los cajones municipales y Colau la había iniciado al ralentí, sin un calendario cerrado, y en el mejor de los casos el final de obras se situaba en 2030, según la entidad de vecinos y comerciantes Amics de la Rambla.
La suciedad de Barcelona
Collboni ha puesto el foco en la limpieza, el segundo problema de la ciudad según el Barómetro municipal de diciembre. Quieren más datos: la OCU ha dicho que Barcelona está en el top 10 de las ciudades más sucias del Estado. Y eso a pesar de que la contrata municipal asciende a unos 300 millones de euros anuales. A principios de julio, el alcalde anunció que triplicará las inspecciones a las empresas de limpieza, y pasará de las 600 a las 1.800 semanales. Si el Ayuntamiento detecta compañías que no cumplen con el servicio, las sancionará.
'L'estel ferit' de la Barcelona, vandalitzat / Foto: Jordi Subirana |
Endurecer la Ordenanza de civismo
Uno de los motivos de que Barcelona sea una ciudad dejada y sucia es el creciente número de gratitis y de actos de incivismo, como las pintadas en la escultura L'estel ferit de la Barceloneta. Collboni también ha subrayado que incrementará el importe de las multas y endurecerá la Ordenanza de civismo. Esta propuesta necesitará el acuerdo del pleno, pero el nuevo gobierno no debería tener problemas para hacer una normativa más contundente, ya que Trias siempre se ha mostrado favorable, y ambos partidos ya suman la mayoría del Consejo Plenario. Más allá de aumentar las multas, Collboni hará bien en garantizar que las sanciones que se ponen, se cobran. En los últimos años, uno de los grandes problemas de la citada ordenanza es que muchas de las multas no se pagan.
Sobre seguridad, Collboni mostró el 7 de julio apoyo a los agentes de la Guardia Urbana. "Estaré a vuestro lado", les dijo el nuevo alcalde. La inseguridad es el principal problema de Barcelona y la intención de Collboni es aumentar la presencia de agentes uniformados en la calle y pedir a la Generalitat que incremente en 600 el número de Mossos d'Esquadra en la capital catalana.
Barcelona, zona de mercado tensionado de vivienda
Según el líder municipal del PSC, el primer gran problema estructural que tiene la capital catalana es el acceso a la vivienda. En esta línea, Collboni firmó el 29 de junio un decreto para declarar Barcelona zona de mercado tensionado de vivienda con el objetivo de que en el momento en que se pueda aplicar la nueva Ley de Vivienda del Gobierno español para regular el coste, Barcelona sea la primera urbe del Estado en la que se pueda poner en marcha. El precio del alquiler medio en Barcelona es de unos 1.077 euros, según datos de finales de 2022, y actualmente los ciudadanos destinan más del 30% de sus ingresos mensuales a pagar una vivienda.
También en materia de vivienda, el nuevo alcalde estudiará flexibilizar la reserva del 30% de las viviendas a alquiler social en las nueva promociones. Según Collboni, "es un freno a la inversión privada y no nos lo podemos permitir". En su momento, el PSC votó a favor, pero ahora es de la opinión que si una política pública no funciona hay que evaluarla de nuevo para ver si hay que mantenerla o no, "y si no funciona, cambiarla".
Un radar escolar en Barcelona / Foto: Ayuntamiento de Barcelona |
Cambio en los horarios de los radares en entornos escolares
En temas de movilidad, Collboni ha flexibilizado el horario de los radares de los entornos escolares colocados por Colau. El límite de velocidad era de 30 km/h todos los días, pero ahora el PSC permite que en estas zonas se pueda circular a 50 km/h durante las noches, los domingos y festivos. La medida estará vigente también durante todo el mes de agosto. Y en septiembre, coincidiendo, con el inicio del curso escolar, el límite volverá a 30 km/h cuando haya clases y los sábados.
Otro tema que ha provocado cierta tensión entre comunes y socialistas en este mes ha sido la propuesta de Collboni de estudiar otro trazado para acabar la conexión del tranvía por la Diagonal entre Verdaguer y Francesc Macià. En una entrevista en betevé, el alcalde dijo que la unión se terminará y que lo más lógico es hacerlo en línea recta, como está previsto, pero dejó la puerta abierta a otras alternativas si reúne la mayoría necesaria. Collboni no precisó por dónde pasaría el tranvía, pero una de las opciones sería desde Francesc Macià por Comte d'Urgell y Provença hasta la Diagonal, informó el Tot Barcelona. Con la entrada de los comunes en el gobierno, habrá que ver cómo queda esta declaración de intenciones. Sanz, extitular de Urbanismo, mostró su estupor y dio un portazo a la idea de Collboni.
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